"Lo que convierte la vida en una bendición no es hacer lo que nos gusta, sino que nos guste lo que hacemos." (GOETHE)

martes, 14 de septiembre de 2010

LA AMISTAD



La amistad es un tesoro. Es uno de los regalos más hermosos que Dios nos ha dado.

¿Crees que existe amistad cuando:

¿Me creo dueño/a de tu vida pretendiendo que debes hacer sólo lo que yo quiero, o cuando te pido que dediques todo tu tiempo para mí?

¿Cuando te exijo que me cuentes tus secretos que aún no quieres revelar?

¿Cuando estás a solas en tu cuarto y no quieres hablar con nadie y te pido que me atiendas?

¿Cuando te obligo a que hagas lo que no quieres?

¿Cuando me pongo celoso/a al verte con otros?

¿Cuando te telefoneo constantemente o cuando nunca lo hago?

¿Cuando quiero que seas como yo soy?

¿Cuando nunca te hablo de Dios?

¿Cuando en las conversaciones sólo te hablo de los fracasos?

¿Cuando te hablo mal de otra persona?

¿Cuando me opongo a tu libertad?

¿Cuando te visito demasiado abusando de tu tiempo y espacio o cuando nunca me intereso por visitarte?

¿Cuando te pido que me lleves siempre contigo a donde vayas?

¿Cuando te hablo con frecuencia de cosas poco interesantes?

¿Cuando me vuelvo intenso/a preguntándote si me quieres y cuánto me quieres?

¿Cuando te prohíbo que ames a otros?

¿Cuando no descubro en qué momento me necesitas?

¿Cuando no respeto tu silencio?

¿Cuando nunca tengo tiempo para escucharte?

¿Cuando me burlo de tus caídas y no me doy prisa para levantarte?

¿Cuando te acompaño sólo en los momentos agradables?

¿Cuando te invito a salir y luego te dejo esperando?

¿Cuando me convierto en tu vigilante?

¿Cuando te hago favores y luego te los sacariño?

¿Cuando en tus triunfos no te felicito?

¿Cuando tomo tus cosas sin tu autorización?

¿Cuando frecuentemente soy caprichosa contigo?

¿Cuando espero que piense como yo pienso?

¿Cuando siempre te hablo bromeando?

¿Cuando no descubro lo que te gusta y te disgusta?

¿Cuando te selecciono las personas con quienes debes relacionarte?

¿Existirá AMISTAD cuando te exijo que me quieras como yo te quiero?

¡Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!

Eso no es amistad. Eso se llama manipulación camuflada de amistad.

Amistad no es egoísmo, incomprensión, ni falta de respeto, ni mucho menos inmadurez.

La base de la amistad verdadera es “el amor”, pero un amor puro que une dos corazones al corazón de Dios.

Tener amigos es fácil, pero tener un amigo es complicado porque ya no se trata sólo de pasar momentos chéveres sino de comprender la vida del otro y estar cerca en los momentos de infortunio. Tener un amigo es tener un alma a quien salvar.

“La amistad necesita que la alimentemos día adía con detalles de amor que salgan del fondo de nuestro corazón”.


miércoles, 14 de julio de 2010

CUESTIONES MORALES

¿Libre o Reprimido?

En todos los espacios de la vida humana respecto a las relaciones comunitarias, sociales, familiares, religiosas, etc. Se ha hecho énfasis en el tema de la moral, y por qué no decirlo, ha sido motivo de estudios bastante rigurosos y que en ocasiones pretenden desde una posición subjetiva crear nuevos pensamientos.

Vale la pena entonces, abordar este asunto asumiendo una postura crítica y reflexiva que, de pie a unas cuestiones profundas de las que se puedan inferir algunos criterios humanos y realistas.

Generalmente, cuando escuchamos hablar de moral o simplemente pensamos en este nombre, inmediatamente nos remitimos a unos comportamientos que frecuentemente adoptamos a partir de una formación normativa.

Cabe señalar que a lo largo de la historia, se ha venido hablando de unas acciones o comportamientos que determinan una inclusión o exclusión de la persona, lo cual resultaría paradójico frente a la libertad y la autonomía.

¿Tiene que ver esto con nuestra poca madurez espiritual y humana?

No cabe duda de que muchas veces el ser humano se siente condicionado para vivir una experiencia de autorrealización ya que se ve obligado a responder con comportamientos que le permitan ser aceptado por Dios, por las personas y hasta por él mismo. Entonces lo que llamamos moral que se enmarca en unas reglas y normas externas, aleja a la persona de la realidad de su ser y, en efecto, le impide descubrirse a sí mismo y descubrir el don Divino. Y habría que decir abiertamente que se trata de una situación que ocasiona choques y frustraciones internas ya que originan unos bloqueos de –lo que soy, lo que piensan y lo que aparento ser-Cuando la persona comienza a entrar inconsciente o conscientemente en estos prejuicios, siente con frecuencia inconformidad con su realidad y termina inmerso en un caos de represión.

Dentro de este marco ha de considerarse, que los seres humanos somos caracterizados por la tendencia a las aprobaciones y no en vano se podría hacer un pare para pensar que es este uno de los factores que influyen en la ausencia de espontaneidad y autenticidad. Tales son algunos de los casos, por ejemplo: alguien muy importante para nosotros nos dice: “¡como te queda de bonito ese vestido!” y mañana, la misma persona nos dice “¡eres una vulgar por usando ese vestido, debería darte vergüenza!”. No es fantasía afirmar que la persona que vive este tipo de experiencia se siente fracasada, puesto que su mayor anhelo es quedar bien ante todas las situaciones. Vivir de las aprobaciones es uno de los peores peligros.

Independientemente de este y otros ejemplos, se recalca que la búsqueda obsesiva de la moral no sería más que la imposición de comportamientos que se adjudican para estar bien externamente. Ante esto se podría decir que se produce un desorden ya que al no responder la persona a condicionamientos externos, termina reaccionando de manera opuesta a lo que realmente es la moral.

Ahora, por lo dicho anteriormente, no se debe rotular la moral como una actitud de sublimación. Al contrario, es necesario dejar claro que ésta es satisfactoria cuando se vive desde la convicción de la propia personalidad teniendo en cuenta las fortalezas y falencias que motivan a la aceptación transparente y a la superación responsable.

Cuando la persona se descubre así misma e intenta purificarse desde su propia humanidad, puede descubrir a un Dios que le ama inmensamente a pesar de las debilidades. Así mismo podrá adoptar un sin número de virtudes ya que procura conservar lo bueno que tiene y a superar lo que no es tan positivo y seguramente se daría la oportunidad de vivir el gozo y la alegría de una existencia sin escrúpulos y absolutismos. Entonces el religioso comprendería que a Dios se encuentra incluso en los fangos y que nunca deja de amar pero que espera que nos abramos a su infinito amor. El estudiante aceptaría perder un examen. Los hijos serían responsables no por la recepción de un afecto. Los súbditos asumirían su espacio sin que sus acciones sean aprobadas o no por su autoridad. De esta manera podría hablarse de una moral no por condiciones externas sino por la convicción de un comportamiento que humaniza y trasciende.

martes, 15 de junio de 2010

CONVIVENCIA ESCOLAR


Uno de los desafíos más grande y complicado que tienen los maestros es, procurar la buena convivencia en el aula y en todos los espacios de la Institución Educativa.

Cuando la convivencia comienza a opacarse y los conflictos van saliendo a la luz, es allí donde el maestro debe dar inicio a una investigación rigurosa para dar razones de un origen concreto.

Los conflictos no se dan porque si. Existen conflictos por razones que aunque no se justifiquen tiene mucho peso.

Primero es necesario pensar en un contexto social y familiar; y segundo en un contexto escolar, relación maestro-alumno, y alumno-alumno.

El maestro debe ser el primero en contrarrestar estos conflictos, y aunque suene tajante, de él depende que los conflictos continúen o se acaben.

Con esto no quiero decir que se deban borrar las dificultades y diferencias en el entorno familiar, sino que, al frente de un grupo de alumnos haya una persona tan humana como inteligente que le de otro horizonte a la situación. De esta manera podremos decir que la escuela es el espacio en donde se ve la grandeza del diálogo y la fraternidad.


viernes, 11 de junio de 2010

A la luz de tu amor

Lo que los maestros exigimos a nuestros alumnos



¿Qué es lo que más exige un maestro a sus alumnos?


Un maestro le pide a sus alumnos un sin número de cosas que en el momento en que éste no las hace, entra inmediatamente en cólera expresando “he perdido mi tiempo porque ustedes son duros para aprender”.

Los maestros pretendemos que nuestros alumnos sean respetuosos frente a personas que les rodean, situaciones o lugares especiales. Les decimos que deben ser ordenados en todas sus cosas y que cuiden el medio ambiente. Que no griten porque esa actitud descontrola y estresa en las relaciones. Que no hablen por celular cuando estén en clases o en otras reuniones rigurosas. Que sean responsables con sus tareas y compromisos. Que pidan permiso para salir del salón o para tomar la palabra. Que deben tener buenas modales. Que deben………………….

Dentro de un marco de aprendizaje integral, considero que es muy oportuno que nuestros alumnos tengan muy claros todos estos criterios que de alguna manera son significativos para la vida, pero… ¿somos coherentes con lo que enseñamos? ¿Tenemos fundamentos contundentes y actitudes que convencen sin tensiones?

Ahora bien, ¿Qué explicación encontramos cuando somos agresivos, groseros y hasta déspotas con nuestros alumnos, compañeros y superiores y que en las reuniones interrumpimos reiteradamente sin pedir la palabra y a demás de esto nos la pasemos hablando con los del lado formando desorden?


Ser maestros va mucho más allá de los esquemas y conocimientos cientícficos que se llevan al aula. En efecto, los procesos de enseñanza y aprendizaje deben partir del desarrollo integral que permita una significativa humanización en el sujeto que aprende.


martes, 8 de junio de 2010

¡Bienvenid@s!



¡Bienvenidos a mi portal de pensamientos!

"Quien no piensa no puede decir nada. Pensar es crear, crear es dar vida"